Contemplaba mi reflejo y no me reconocía, no entendía por qué al mirarme te veía.
Un día de puro miedo te descubrí de reojo, sentí la compasión del desterrado.
Te acogí y por arte de magia nos transformamos en UNO ante el espejo.
Publicado por Clematide en 22:54
2 comentarios:
Gracias por recordarme que la del espejo y yo somos la misma. Como siempre eres una artista en expresar grandes sentimientos con pocas palabras. IRIS .
Gracias Iris!
Es que también necesito recordármelo...demasiado a menudo.
Muchos besos y gracias por tu visita.
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