Mis pasos lánguidos me dirigen al lugar sagrado donde cada día invento y creo, como una diosa mundana, un nuevo placer.
Mis ojos se impregnan de colores frescos, aromas que escapan y merodean jugando con mis sentidos que se emborrachan de sensualidad y satisfacción.
Mis dedos se regocijan diseñando el contorno suave de una fragancia, sintiendo la caricia fresca y moldeando la mezcla en un sorbo que mis labios reciben y mi alma traduce en plenitud.
Mis ojos se impregnan de colores frescos, aromas que escapan y merodean jugando con mis sentidos que se emborrachan de sensualidad y satisfacción.
Mis dedos se regocijan diseñando el contorno suave de una fragancia, sintiendo la caricia fresca y moldeando la mezcla en un sorbo que mis labios reciben y mi alma traduce en plenitud.
2 comentarios:
Me ha gustado la sensualidad latente que despierta todos los sentidos. Muy bien explicada. Voy a hacerme una taza de té, me han entrado ganas.
Besitos.
Carmen
Todo una explosión para los sentidos...pequeños placeres que no tienen precio.
¿te salió rico el té? je je je .
Muchas gracias por venir, Carmen. Besitos!
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