En un lienzo blanco trazo un círculo perfecto.
Con un comienzo, sin un final…
Y mientras voy caminando, un pie delante de otro, me voy
alejando del punto de inicio…hasta que desaparece también.
Haciendo desvanecerse el lienzo, su blancura.
Llevándose consigo el círculo, su perfección, mi trazo.
Disolviéndome…