VIDA

domingo, 17 de julio de 2011


Solo cuando abandono el campo de batalla, depongo mis armas, y ceso la lucha, es que la Vida empieza a penetrarme y cobra brillo cada átomo de la esencia que me sostiene.

2 comentarios:

trinidad dijo...

Gracias, como siempre eres capaz de transmitir todo y con pocas palabras. Besos...y sigue trnsmitiendo porque es muy hermoso leerte.

Clematide dijo...

Gracias a ti Iris, por tus amables palabras...

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