La ventanilla trasera se llenó de vaho.
Con sus dedos helados limpia un círculo para ver cómo la lluvia empapa el aire, y vuelve gris el cielo. Mira sus manos húmedas y las seca en su pantalón.
Pega la nariz al cristal mientras sus ojos ávidos e inquietos no encuentran nada estático donde posarse. Las casas pasan veloces, los árboles, las verjas, los escaparates, las aceras, los macizos de flores, las personas, los perros...
-Mamá!
Desde el asiento delantero del coche, bajando el volumen de la radio, la mamá pregunta:
Con sus dedos helados limpia un círculo para ver cómo la lluvia empapa el aire, y vuelve gris el cielo. Mira sus manos húmedas y las seca en su pantalón.
Pega la nariz al cristal mientras sus ojos ávidos e inquietos no encuentran nada estático donde posarse. Las casas pasan veloces, los árboles, las verjas, los escaparates, las aceras, los macizos de flores, las personas, los perros...
-Mamá!
Desde el asiento delantero del coche, bajando el volumen de la radio, la mamá pregunta:
-Dime, cariño...
-¿Dónde va el mundo tan rápido?.
-¿Dónde va el mundo tan rápido?.